
O.M.S
Existen pocos estudios sobre los efectos de los campos eléctricos estáticos. Según los resultados obtenidos hasta el momento, los únicos efectos agudos están asociados con movimiento del vello cutáneo y malestar provocado por descarga de chispas. No existen investigaciones efectivas acerca de los efectos crónicos o retardados de los campos eléctricos estáticos.
En el caso de los campos magnéticos estáticos, sólo es probable que se produzcan efectos agudos cuando existe movimiento en el campo, como el desplazamiento de una persona o el movimiento corporal interno, como el flujo sanguíneo o los latidos cardíacos. Una persona que se desplace en un campo de más de 2 T puede tener sensaciones de vértigo y náusea, acompañadas en algunos casos por un sabor metálico en la boca y percepciones de destellos luminosos. Aunque sólo son temporales, esos efectos pueden incidir en la seguridad de las personas que ejecutan operaciones delicadas (como los cirujanos que realizan operaciones en unidades de IRM).
Los campos magnéticos estáticos influyen en las cargas eléctricas que se mueven con la sangre, como los iones, y generan corrientes y campos eléctricos alrededor del corazón y los grandes vasos sanguíneos, que pueden alterar ligeramente la circulación de la sangre. Entre los efectos posibles cabe mencionar ligeras alteraciones de los latidos cardíacos y un aumento del riesgo del ritmo cardíaco anormal (arritmia), que pueden poner en peligro la vida del paciente (como la fibrilación ventricular). Sin embargo, estos efectos agudos sólo tienden a producirse en caso de exposición a campos de más de 8 T.
Hasta el momento no se ha podido determinar si existen consecuencias sanitarias a largo plazo incluso en el caso de exposición a campos cuya intensidad se mide en militeslas, porque no se han realizado estudios epidemiológicos adecuados y a largo plazo con animales. Por ejemplo, no es posible clasificar la carcinogenicidad de los campos magnéticos estáticos para los seres humanos (CIIC, 2002).

La aplicación de tecnologías que utilizan campos estáticos es cada vez más frecuente en determinadas actividades, como la utilización de imágenes por resonancia magnética (IRM) en la medicina, los sistemas de transporte que utilizan corriente continua o campos magnéticos estáticos, y la investigación sobre física de las altas energías. Cuanto mayor es la intensidad del campo estático es más probable que se produzca una variedad de interacciones con el cuerpo.
En el marco del Proyecto Internacional CEM (campos electromagnéticos) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han examinado recientemente las repercusiones sanitarias de la exposición a campos estáticos intensos y se ha destacado la importancia de proteger la salud del personal médico y de los pacientes (en particular, los niños y las mujeres embarazadas), así como de los trabajadores de industrias que producen magnetos con campos de alta intensidad (Criterios de Salud Ambiental, 2006)
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